Pide que el camino sea largo.

Que sean muchas las mañanas de verano

en que llegues -¡con qué placer y alegría!-

a puertos antes nunca vistos

lunes, 28 de noviembre de 2011

Escarceos

No bien había conseguido hilar la breve cabezada entre las noticias menos agobiantes del telediario, cuando el sonido insistentemente estereotipado del teléfono me sacó del gozoso pequeño nirvana de l'après midi.
Creo que respondí a la llamada aunque seguía sopado.  Tampoco recuerdo quién llamaba ni qué pretendía venderme a tales horas.  Sólo sé que comencé a interiorizar que mi jornada de trabajo aún distaba de estar terminada y que tras media hora en coche debía enfrentarme a los entresijos díscolos de la informática.

Y heme aquí luchando con imágenes, banners, escalaciones, o como se diga, entradas y opciones de escritura que son mil y una trampa para mentes de digestión -real y/o metafórica- lenta.

Burla, burlando ya entró el primer post.  Esto marcha.

martes, 25 de octubre de 2011

PATÉ DE LIEBRE DE MARÍA LUISA


-          Trocear la liebre y poner en una olla con cebolla (perdonando la consonante), ajo, laurel, aceite (poco), hierbas aromáticas (tomillo, orégano…) pimientas variadas , negra en grano y otras molidas, una manzana  o si se prefiere fruta seca (pasas, ciruela, orejones…).
-          A mitad de cocción añadir como un medio kilo de higaditos de pollo.
-          Tras la cocción, desmenuzar todo y poner en un bol u otro recipiente ad hoc (rima asonante).  Supongo que el desmenuzamiento irá en función de los gustos de cada uno sobre los patés.
-          Añadir 4 ó 6 huevos, dependiendo del tamaño de la liebre ( si es conejo – más pequeño- bastará con dos huevos), dos  tetrabriks de nata de 200 cl y un par de cucharadas de manteca (esto opcional)
-          Batir todo, poner en tartera o recipiente antiadherente (vaya por dios) y hornear tapado durante una hora aproximadamente (vuelva a ir por dios).  Comprobar cocción mediante el método de la aguja de punto: estará listo cuando la aguja no se manche.
-          Durante la cocción, a mitad conviene añadirle algún aromatizante a elegir: coñac, armañac, orujo, ron, whisky y un etcétera imaginativo.

Bon apetit