Escarceos
Creo que respondí a la llamada aunque seguía sopado. Tampoco recuerdo quién llamaba ni qué pretendía venderme a tales horas. Sólo sé que comencé a interiorizar que mi jornada de trabajo aún distaba de estar terminada y que tras media hora en coche debía enfrentarme a los entresijos díscolos de la informática.
Y heme aquí luchando con imágenes, banners, escalaciones, o como se diga, entradas y opciones de escritura que son mil y una trampa para mentes de digestión -real y/o metafórica- lenta.
Burla, burlando ya entró el primer post. Esto marcha.
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