Pide que el camino sea largo.

Que sean muchas las mañanas de verano

en que llegues -¡con qué placer y alegría!-

a puertos antes nunca vistos

lunes, 28 de noviembre de 2011

Escarceos

No bien había conseguido hilar la breve cabezada entre las noticias menos agobiantes del telediario, cuando el sonido insistentemente estereotipado del teléfono me sacó del gozoso pequeño nirvana de l'après midi.
Creo que respondí a la llamada aunque seguía sopado.  Tampoco recuerdo quién llamaba ni qué pretendía venderme a tales horas.  Sólo sé que comencé a interiorizar que mi jornada de trabajo aún distaba de estar terminada y que tras media hora en coche debía enfrentarme a los entresijos díscolos de la informática.

Y heme aquí luchando con imágenes, banners, escalaciones, o como se diga, entradas y opciones de escritura que son mil y una trampa para mentes de digestión -real y/o metafórica- lenta.

Burla, burlando ya entró el primer post.  Esto marcha.

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